Estamos de aniversario. Nuestra
sede, el Palacio de Castilafalé, cumple nada menos que 30 años como Archivo
Municipal. Este no ha sido el único emplazamiento que ha tenido el archivo a lo
largo de su historia, por mucho que ahora nos resulte difícil imaginar otro
escenario que no fuera este edificio majestuoso e imponente. No es nuestra
intención en esta entrada hacer un repaso a los distintos emplazamientos en los
que se han guardado los documentos generados por el Concejo burgalés desde sus
orígenes, sino que nos vamos a centrar en los momentos previos al año 1990 en
los que comenzó esta nueva andadura.
Oficinas del Archivo en el Ayuntamiento |
A finales de los años ochenta la
corporación municipal había decidido que el archivo no podía permanecer por más
tiempo en esas oficinas saturadas de cajas y expedientes, que amenazaban con
“caer cualquier día sobre la cabeza del alcalde”. El edificio elegido para
albergar al archivo fue, efectivamente, el Palacio de Castilfalé, donado por
los últimos propietarios al Ayuntamiento para que se destinara a fines
culturales.
Acto de inauguración |
El acto solemne de inauguración
tuvo lugar el 15 de diciembre de 1990 y a él asistió el Consistorio en pleno,
el Arzobispo de Burgos y como invitado el rector de la Universidad Complutense
de Madrid, Gustavo Villapalos.
Echando la vista atrás estos
treinta años han pasado como un suspiro, pero el archivo ha vivido muchas
transformaciones.
Se incorporaron los primeros
ordenadores con unos programas informáticos basados en el antiguo MS2, luego
llegaron las microfilmadoras y lectores de microfilm, después se
instalaron nuevos programas informáticos que nos han permitido tener un
catálogo en línea con más de 190000 registros, de los cuales más de 31000 son
objetos multimedia. Todo ello nos está permitiendo prestar atención al
ciudadano también telemáticamente y a aspirar a conseguir la consecución del
archivo electrónico único.
Palacio de Castilfalé antes de su rehabitación |
Además, en nuestra preocupación
por mostrar a los ciudadanos qué es un archivo y para qué sirve, hemos venido
realizando una serie de actividades como programas didácticos, exposiciones o
visitas guiadas.
Por nuestros programas didácticos
pasan a lo largo del año cientos de escolares y cada nuevo curso los colegios
vuelven a solicitar acudir a ellos.
Se convierten en periodistas en
“Las sombras de Tercer Reich”, en investigadores en “Con el agua al cuello” y
en detectives en nuestro “Asesinato en la catedral”. Programa este último que
obtuvo un premio del Ministerio de Educación en 2006.
En los últimos años también nos
hemos incorporado a las redes sociales, donde tratamos de dar a conocer el rico
fondo documental que custodiamos, así como los servicios que prestamos al
ciudadano y las labores que realizamos.
Obras de rehabilitación |
Y, aunque esto es darnos un poco de autobombo, el Archivo Municipal es uno de los servicios mejor valorado por el ciudadano por su eficacia y rapidez en la atención en las consultas.
Como ejemplo este último año 2019
hemos atendido 4756 consultas y hemos recibido a 2112 investigadores.
Para terminar, resulta que
después de estos treinta años se nos plantea el mismo problema que teníamos
antes del traslado al palacio y es: la falta
de espacio. Estamos esperando la ansiada ampliación del edificio.
Nuevos retos nos van surgiendo y
como hace treinta años los que estuvieron, los que estamos y los que estarán,
los iremos afrontando con la misma ilusión del primer día.
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