lunes, 12 de julio de 2021

¡Al agua, patos!


Cuando llega el verano y el calor una de las mejores maneras de combatirlo es dándose un baño en las frías aguas de nuestros ríos, embalses o piscinas.
Debía de ser tan popular bañarse en el Arlanzón allá por el siglo XIX que el alcalde Policarpo Casado dictó un bando en 1862 prohibiendo los baños en el Arlanzón para “evitar los males que resultan contra el decoro público”. AD-396-45 
Nuestro río con sus presas y “trampones” era utilizado por los burgaleses y veraneantes en espera de la construcción de las ansiadas piscinas municipales.
En la actualidad nuestra ciudad cuenta con varias piscinas en distintos barrios, pero ¿sabíais que aunque hubo varios intentos de construir piscinas municipales desde el año 1934, las primeras piscinas, las de El Plantío, no se inauguraron hasta 1969? Te lo contamos.

jueves, 20 de mayo de 2021

Un incunable en el archivo


En las llamadas “salas nobles” de nuestra sede tenemos una verdadera joya guardada en su expositor, solo que no se trata de una piedra preciosa, sino de una joya bibliográfica. 
Nos referimos a la edición de la Divina comedia de Dante Alighieri publicada en Venecia en 1491, con comentarios de Cristóforo Landino. Y como este año se cumple el VII centenario de la muerte de este trascendental autor, vamos a dedicarle esta entrada.

Nuestra Divina comedia, como mucho ya habréis observado, es un libro de los llamados “incunables”. El término incunable hace referencia a todos los libros impresos entre 1453, fecha de la invención de la imprenta y 1500, y se emplea este término porque en estos primeros años, la nueva técnica de impresión se hallaba en la “cuna”, en su primera “infancia” y no había alcanzado aún la madurez.