Isidoro Gutiérrez de Castro |
Desde hace varios años venimos realizando conjuntamente con el profesor Joaquín García Andrés un programa didáctico titulado: Asesinato en la catedral.
En él los alumnos de educación secundaria investigan un suceso del los que pocos burgaleses tenemos noticia y eso que fue nada más y nada menos que el asesinato del Gobernador Civil de Burgos y que se produjo en un lugar no menos sorprendente y emblemático, la Catedral.
Sí, es cierto que fue hace más de un siglo, en 1869, pero asombra que un acontecimiento tan truculento y macabro no haya permanecido en la memoria colectiva de la ciudad. Quizá no se recuerde por eso precisamente, por ser demasiado salvaje como para no avergonzarse de lo sucedido y quizás también por ello las siguientes generaciones quisieron guardarlas bajo la alfombra del olvido. Pero aquí estamos nosotros para recordarlo y no porque nos guste el morbo ni lo macabro, sino por eso de que “quien no conoce la historia está condenado a repetirla”.