Con
motivo del 400 aniversario de la fundación de la ciudad de Buenos Aires
(10/06/1580) por el burgalés Juan de Garay, natural del Valle de Losa, la
corporación municipal de Burgos, presenta una propuesta para erigir un
monumento en su honor.
Así,
con fecha 6 de mayo de 1980, la Comisión de Enseñanza y Cultura del
Ayuntamiento de Burgos, presidida por Enrique del Diego Simón, propone la
erección de un monolito alusivo a dicha conmemoración. Para ello, toma como
pauta la propuesta de un boceto presentada por el pintor burgalés Luis Ortega.
Ante
dicha propuesta, el concejal Luis Escribano Reinosa (PSOE) manifiesta que esta
propuesta se eleva con abstención de su Grupo y del Partido Comunista. Que le
gustaría que se retirara, no porque el gasto sea cuantioso ni por una oposición
sistemática a la erección de monolitos, sino porque le preocupa la relación
entre la Conmemoración de la Fundación y la característica de oficialidad de
los actos, con presencia de cargos políticos de la Argentina. No está
en contra de la relación de los pueblos, sino por ser Argentina un país donde
no existen instituciones democráticas y estos actos conmemorativos pueden tener
connotaciones de simpatía con el gobierno de dicho país.
Recordemos
que la situación política y social de Argentina, estaba regida por la dictadura
(1976-1981) surgida tras el golpe de Estado de la Junta Militar , cuyo
máximo exponente fue el general Jorge Videla.
Finalmente,
con el voto en contra de los señores Rubio Marcos, García Romero, Escribano
Reinosa y García Rodríguez, se aprueba la propuesta de la Comisión de Enseñanza
y Cultura, adoptándose el siguiente acuerdo:
“Erigir un monolito conmemorativo de la
fundación de la ciudad de Buenos Aires, que comprende, además de una pieza de
piedra moldurada de 228x132x44 cm, una nave de latón forjado que sería
realizada por los Hermanos Cuevas y que serviría de remate al mismo, una serie
de alegorías en relieve y una leyenda y sería realizada por el restaurador y artífice en piedra y cantería D. Valentín Hernando. Todo ello por un
presupuesto total de 582.400 ptas…”.
“La nave con sus olas será en latón forjado
de 1,00 x 80 cm aproximadamente con su preparación a color apropiado. Realizado
por los artistas burgaleses Hermanos Cuevas.
El frontal de piedra de Hontoria con su
zócalo de 228 x 132 x 44 cm aproximadamente; la placa de conmemoración será de
una pieza moldurada.
En el anverso del monumento, los escudos
del Ayuntamiento de Burgos y ciudad de Buenos Aires, entrelazados; con el texto
grabado y pintado en oro viejo.
En el reverso del monumento, emblema
alegórico con peto, casco, espadas, lanza, cruz, etc. en bajo relieve…”.
Constitución del Ayuntamiento en Pleno. (AMBu FO-14191). |
En un
primer momento se pensó en la colocación del mismo en los jardines de la actual
plaza del Instituto Cardenal López de Mendoza, aunque posteriormente se decidió
por la denominada plaza de la Cruzada (actual Plaza de España).
La
víspera de su inauguración, el monolito fue embadurnado, probablemente como
acto de protesta, debiendo proceder a su limpieza de forma urgente.
El acto
de inauguración tuvo lugar el 25 de
julio de 1980 y contó con la presencia del embajador de Argentina en
España, Jorge W. Ferreira, acompañado por el agregado cultural, señor Adúriz
Salgado, así como por diversas autoridades civiles y militares, junto con el
presidente del Centro Burgalés de Buenos Aires, don Abundio Campomar. José
María Codón fue el encargado de reseñar la crónica histórica de Juan de Garay.
Los actos celebrados en Burgos culminaron con el homenaje rendido a su insigne
vecino en la localidad de Villalba de Losa.
La
falta de cuidado y, especialmente, el vandalismo fueron los causantes de su
rápido deterioro, como puede verse en la fotografía de Fede de 1994. En
ella se aprecian manchas sobre el metal, así como la desaparición de partes
metálicas de la escultura (especialmente el bauprés, jarcias de arboladura y
obenques).
El 16
de enero de 1998 “se detecta por parte de
los Servicios Técnicos Municipales, la desaparición de una figura de bronce
representando un barco que había sido arrancada de su base en su emplazamiento
de la Plaza de España. Se trata de un elemento ornamental colocado en
conmemoración de la fundación de la ciudad de Buenos Aires por el burgalés Juan
de Garay”.
El
informe pericial determina que “el barco,
de bronce, fue ejecutado por tallado y posterior montaje (no se ejecutó por
moldeo como en principio se consideraba) y en la fecha de emisión del informe,
tal y como detalla en el acuerdo amistoso firmado por el autor de la obra, el
coste de reposición de la pieza robada asciende a la cantidad de 1.000.000
ptas”.
“El bien sustraído se encontraba, antes del
robo, sujeto a una peana de piedra artificial, mediante cuatro espárragos de
acero fundido, extraordinariamente sensibles a golpes o tensiones de rotura.
Los autores del robo golpearon dichos espárragos, llevándose la escultura con
cierta facilidad.
Se tiene constancia de que no es la primera
vez que se sustrae dicha obra en hechos similares”.
Pocos
días después se autoriza la contratación del suministro de un barco en memoria
de Juan de Garay, como reposición del elemento sustraído y la colación en su
lugar. De nuevos son los Hermanos Cuevas (Bruno Cuevas) y Valentín Ramos los
encargados de este contrato, cuyo coste ascendió a la cantidad de 1.700.000
ptas.
En la
reposición de la nao sobre el pedestal se aprecian algunos cambios respecto al
original. Así, ha desaparecido la peana superior sobre la que se sustentaba el
barco, quedando anclado directamente a la piedra del monolito. Además, la
carabela, anteriormente situada en el lateral izquierdo de la misma, ha quedado
centrada en su nueva ubicación, a la vez que la dirección en la que mira ha
variado, para tomar rumbo Sur-Norte.
Desde
entonces, dicho monumento ha sido objeto constante de actos violentos y
vandálicos. En septiembre de 2008 dos encapuchados destrozaron a golpes la
peana que sujetaba la
carabela. Fueron necesarios cuatro meses para completar la
restauración del conjunto. En mayo de 2011 se detecta de nuevo la rotura del
espolón de la nave, siendo desmontada en su totalidad para proceder a su
restauración en la brigada de Obras.
En las
fotografías más recientes (30 de octubre de 2019), el deterioro queda patente,
en primer lugar, por la falta de limpieza del monolito de piedra, y en segundo
lugar, por los actos vandálicos contra él cometidos, especialmente en la figura
de la carabela. Ha
desaparecido totalmente el palo mayor de la misma, con su velamen, castillete e
insignias; tanto el palo de trinquete como el de mesana presentan indicios
claros de haber sido manipulados con intención de ser arrancados; el de
trinquete, en particular, ha sido violentamente girado 180º, como se aprecia en
la disposición de las velas; las jarcias y escalas han desaparecido casi por
completo, apreciándose únicamente los puntos de soldadura; en el casco de la
nao se observan agujeros, suciedad, pintadas, golpes y corrosión generalizada;
las planchas que forman el oleaje han sido violentadas con intención de ser
arrancadas…
Cinco
días después, se aprecia de nuevo otro acto vandálico en el mismo: la
desaparición del palo de trinquete en su conjunto total, quedando la nave
totalmente desarbolada, a excepción del palo de mesana, que posiblemente corra
la misma suerte.
Desde
estas líneas queremos expresar nuestra condena ante cualquier acto vandálico
dirigido a nuestro patrimonio histórico y artístico, cuyo único fin es la
mutilación, destrucción o robo del mismo. Reiteramos la necesidad de un uso y
disfrute respetuoso del mismo y el conocimiento de su importancia y significado
para nuestra ciudad.
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