El viernes 17 de octubre el Archivo se oscureció con la
terrible noticia de que nuestra compañera Chus había fallecido.
Fue así de repente, sin avisar. Así, de repente, sin avisar,
llegó también la desolación a nuestros corazones, esos que aún seguían latiendo,
pero ahora rotos por el dolor.
Aunque estamos aún embarcados en
esa incredulidad que te permite ir sobrellevándolo, sabemos que la vamos a
echar mucho de menos. Vamos a echar de menos su dinamismo, su alegría, su no
parar, ni callarse.“Chus, para y cállate
un poco que nos estás mareando”, cuántas veces se lo hemos dicho. Ella se reía y
seguía, seguía …con esa capacidad que solo ella tenía de hacer más de
tres cosas a la vez y además hacerlas
bien.
Era un torbellino que comunicaba
como nadie, que transmitía a los alumnos que acudían al Archivo con alegría y
dinamismo todos esos temas, que explicados por otros hubieran sembrado los
asientos de bostezos y malas caras y que realizados por ella sacaban aplausos y
felicitaciones entusiastas.
En una tierra dónde, no nos vamos
a engañar esto de los disfraces lo vemos como algo de otros sitios, ella lo
convirtió en otra de las señas de identidad del Archivo. Hizo que aquí se
celebrara el Carnaval. Lo preparaba con tanto mimo y tan
buen hacer que se transformaba en el personaje representado. Causaba tanta
expectación que esperábamos con ansiedad su siguiente caracterización, para al
final decirle como siempre: “Perfecto, Chus, otro año que te
has superado”.
Su cabeza no paraba y siempre
estaba pensando en un nuevo programa didáctico, en un práctica más atractiva
para los pequeños, en disfrazarse de fantasma o hacer a los otros disfrazarse
de Napoleón. “Enseñanza activa”, nos decía.
Su penúltimo proyecto, que había
preparado con gran ilusión y profesionalidad, era la visita guiada a la exposición de Alfonso VIII. "¿Quién ha dicho
que una exposición solo de documentos es aburrida? Yo voy a demostrar todo lo contrario",
comentaba, y seguro lo hubiera
conseguido. Alfonso VIII se ha quedado sin la visita guiada y el Archivo ha perdido el “alma máter” de las actividades didácticas.
También quedará huérfano el Archivo Central de Oficinas, en el Ayuntamiento, donde tanto trabajó para su puesta en marcha y después en el día a día, con su bata blanca y su sonrisa. Como un ciclón de vitalidad y alegría subía a las buhardillas, bajaba al sótano, recorría las oficinas, abría armarios, ordenaba mesas…. persiguiendo el expediente traspapelado, que siempre acababa encontrando. Allí también todos la querían. Todos la quieren.
También quedará huérfano el Archivo Central de Oficinas, en el Ayuntamiento, donde tanto trabajó para su puesta en marcha y después en el día a día, con su bata blanca y su sonrisa. Como un ciclón de vitalidad y alegría subía a las buhardillas, bajaba al sótano, recorría las oficinas, abría armarios, ordenaba mesas…. persiguiendo el expediente traspapelado, que siempre acababa encontrando. Allí también todos la querían. Todos la quieren.
Vamos a echar de menos las charlas con ella. Hablar de
los libros, de las series que veíamos, de las pelis, de “sus chicos favoritos”,
esos actores que la volvían loca. Esa pasión con la que narraba el último
capítulo del libro que acabase de leer.
Esto no es un adiós, no es una
despedida. ¡Misión imposible! porque siempre estarás con nosotros en nuestra vida y en nuestro corazón.
Chus, amiga, compañera del alma, compañera
¡Hasta siempre! Y un fuerte abrazo... allá donde estés.
La noticia nos ha dejado conmocionados. Hemos pasado muy buenos ratos con ella en ¡Alerta Meones! Desde el CIFP Simón de Colonia os enviamos nuestras condolencias y un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarMuchas gracias Luis y al CIFP Simón de Colonia por vuestro cariñoso recuerdo a nuestra compañera Chus
EliminarSiempre se van las mejores personas.
ResponderEliminarDesgraciadamente, así es
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