martes, 15 de diciembre de 2020

30 Aniversario del Palacio de Castilfalé como Archivo.


Estamos de aniversario. Nuestra sede, el Palacio de Castilafalé, cumple nada menos que 30 años como Archivo Municipal. Este no ha sido el único emplazamiento que ha tenido el archivo a lo largo de su historia, por mucho que ahora nos resulte difícil imaginar otro escenario que no fuera este edificio majestuoso e imponente. No es nuestra intención en esta entrada hacer un repaso a los distintos emplazamientos en los que se han guardado los documentos generados por el Concejo burgalés desde sus orígenes, sino que nos vamos a centrar en los momentos previos al año 1990 en los que comenzó esta nueva andadura. 

Oficinas del Archivo en el Ayuntamiento
En 1990 el Archivo estaba ubicado en el Ayuntamiento de Burgos, justo encima del despacho de Alcaldía. Hay que imaginarse unas estancias muy distintas a las actuales. En estas oficinas, no demasiado grandes, se acumulaba toda la documentación municipal guardada en cajas colocadas en estanterías a lo largo de la pared. Los ordenadores todavía no habían irrumpido en nuestras vidas, ni habían cambiado nuestro modo de trabajar. La máquina más sofisticada era una de escribir eléctrica capaz de duplicar cuantas fichas fuera necesario, porque, efectivamente, antes el catálogo estaba compuesto por fichas que describían los documentos.


La plantilla, que entonces estaba compuesta por la directora, un ayudante de archivo, dos auxiliares y un conserje, tenía claro que a la hora de catalogar todo ese fondo tenían que seguir las pautas diseñadas por su famoso antecesor Anselmo Salvá, aunque naturalmente modernizadas, que consistían en describir cada documento de manera individualizada en vez de en bloques.

A finales de los años ochenta la corporación municipal había decidido que el archivo no podía permanecer por más tiempo en esas oficinas saturadas de cajas y expedientes, que amenazaban con “caer cualquier día sobre la cabeza del alcalde”. El edificio elegido para albergar al archivo fue, efectivamente, el Palacio de Castilfalé, donado por los últimos propietarios al Ayuntamiento para que se destinara a fines culturales.
Acto de inauguración
Las obras de rehabilitación duraron cinco años y como se ve en las fotografías, hubo mucho trabajo que realizar. Y el posterior traslado de toda la enorme documentación al palacio fue relativamente rápido gracias a la previa organización y numeración de cada caja.
El acto solemne de inauguración tuvo lugar el 15 de diciembre de 1990 y a él asistió el Consistorio en pleno, el Arzobispo de Burgos y como invitado el rector de la Universidad Complutense de Madrid, Gustavo Villapalos.
Echando la vista atrás estos treinta años han pasado como un suspiro, pero el archivo ha vivido muchas transformaciones.
Se incorporaron los primeros ordenadores con unos programas informáticos basados en el antiguo MS2, luego llegaron  las microfilmadoras y lectores de microfilm, después se instalaron nuevos programas informáticos que nos han permitido tener un catálogo en línea con más de 190000 registros, de los cuales más de 31000 son objetos multimedia. Todo ello nos está permitiendo prestar atención al ciudadano también telemáticamente y a aspirar a conseguir la consecución del archivo electrónico único.
Palacio de Castilfalé antes de su rehabitación
Al mismo tiempo se creó una biblioteca auxiliar cuya temática principal es todo lo relacionado con Burgos su historia y su cultura.
Además, en nuestra preocupación por mostrar a los ciudadanos qué es un archivo y para qué sirve, hemos venido realizando una serie de actividades como programas didácticos, exposiciones o visitas guiadas.
Por nuestros programas didácticos pasan a lo largo del año cientos de escolares y cada nuevo curso los colegios vuelven a solicitar acudir a ellos.
Se convierten en periodistas en “Las sombras de Tercer Reich”, en investigadores en “Con el agua al cuello” y en detectives en nuestro “Asesinato en la catedral”. Programa este último que obtuvo un premio del Ministerio de Educación en 2006.
En los últimos años también nos hemos incorporado a las redes sociales, donde tratamos de dar a conocer el rico fondo documental que custodiamos, así como los servicios que prestamos al ciudadano y las labores que realizamos. 
Obras de rehabilitación

Y, aunque esto es darnos un poco de autobombo, el Archivo Municipal es uno de los servicios mejor valorado por el ciudadano por su eficacia y rapidez en la atención en las consultas.
Como ejemplo este último año 2019 hemos atendido 4756 consultas y hemos recibido a 2112 investigadores.
Para terminar, resulta que después de estos treinta años se nos plantea el mismo problema que teníamos antes del traslado al palacio y es: la falta de espacio. Estamos esperando la ansiada ampliación del edificio.
Nuevos retos nos van surgiendo y como hace treinta años los que estuvieron, los que estamos y los que estarán, los iremos afrontando con la misma ilusión del primer día.

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