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Se va ensanchando Castilla (Marceliano Santa María, 1906) |
En el crucero de la catedral de Burgos, en la intersección de las naves, bajo el majestuoso cimborrio, descansan los restos de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, y de su esposa doña Jimena Díaz. Para burgaleses tan ilustres, cuya fama ha llegado a cualquier rincón del mundo, no podía haberse elegido emplazamiento mejor para que disfruten del sueño eterno.
Pero si coincides con este pensamiento, querido lector, tal vez sea mejor que no continúes con este relato, porque aquí contaremos noticias que quizá pongan en duda lo dicho en el primer párrafo. Después de leer esta entrada te harás las mismas preguntas que se han hecho quienes han investigado sobre el tema de los restos de tan ilustre pareja:¿son verdaderamente el Cid y Jimena quienes están enterrados en la catedral?; ¿cuántos de esos restos realmente les pertenecen? Quedas advertido, querido amigo; tú eliges.